Toledo, 1935 (arte)
Canogar es uno de los más reconocidos pintores y grabadores Contemporáneos españoles, sus obras se pueden admirar en los más importantes museos a lo largo del mundo.
Tras pasar su infancia en San Sebastián, en 1944 se traslada a Madrid con su familia. Cuatro años después el pintor Vázquez Díaz le acepta como discípulo, y a la vez dibuja en el Circulo de Bellas Artes.
En esta época pinta paisajes y retratos al estilo de su maestro y comienza a interesarse por la obra de Braque, Picasso y Miro.
Hacia 1955 evoluciona hasta la abstracción informalista con fuerte carga expresiva. Ese año conoce al crítico M. Conde con el que viaja a Paris e Italia.
En 1957 es miembro fundador del grupo informalista El Paso, junto a Manuel Millares, Antonio Saura, Luis Feito, Manuel Rivera, Pablo Serrano, Juana Francés y Antonio Suarez y en el año 1960 participo en la exposición de New Spanish Painting and Sculpture del Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York junto a exponentes de las jóvenes vanguardias.
En esta época pinta unas obras muy gestuales en tonalidades ocres, grises, blancos y negros. Es entonces cuando comienza la serie Personajes con una tímida intención de crítica social.
A partir de la década de los sesenta introduce en sus obras fragmentos de fotografías de reportajes y paulatinamente las formas se van concretando en objetos, rostros y figuras.
En 1964 abandona definitivamente el informalismo y comienza una etapa basada en la crónica narrativa de la realidad, inspirada en los medios de comunicación, con una clara crítica política a través de imágenes de tumultos y represión.
Posteriormente estas imágenes adquieren una tercera dimensión y los colores se reducen a la gama de grises y negros. En 1966 es invitado como “visiting profesor” en el Mills College de Oakland (California).
A partir de 1975 retorna a la abstracción, a la que va incorporando elementos formales de la tradición cubista para pasar poco después a unas pinturas monocromas elaboradas a base de pinceladas entretejidas. Desde comienzos de la década de los ochenta ha centrado su interés en el tema de los bodegones, “Las cabezas” de Julio González y escenas urbanas, combinando planos de color y figuras esquemáticas.
En 1971 obtiene el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo y en 1982 el Premio Nacional de Artes Plásticas.










